sábado, 11 de febrero de 2012

No me preguntes qué se siente

















 No me preguntes qué se siente,

no digas que lo entiendes,

no me aconsejes.

Soy parte de la historia perdida, y

de las hojas que se rompen en los

libros...

Soy como el frió, o sea

no existo, sólo soy la ausencia de algo.

No creas en mi, nunca te lo he pedido.

Si mis brazos no fueran tan débiles, y

si mis manos no fueran tan pequeñas,

 yo soportaría el tormento de tu cabeza,

 si mis sentimientos no se desvanecieran

 en la inconsciencia,

y si mis motivaciones no se rindieran,

yo tomaría el  dolor de tu inocencia,

y te devolvería los derechos que te quitaron los miedos,

haría que de tu vida fueras otra vez el dueño.

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