No todo desaparece cuando las tibias gotas de agua resbalan por las que
un día fueron fluyentes cascadas...
No todo se desvanece cuando las águilas oscurecen su potente mirada...
No todo muere cuando la sequia arrasa la vida, cuando el cielo se nubla en el día, cuando el suelo tiembla anunciando que hay miedo en la tierra...
No, no todo se va...
Quedan las ramas secas ilustrando el paisaje de tu realidad, queda el llanto amargo en el que los seres humanos se suelen suicidar, queda el recuerdo y la culpabilidad, queda la parte oscura, las aves sin hogar, quedan las murmuraciones, la ambigüedad, las obsesiones, la maldad y las tradiciones que nunca sirvieron sino fue para destruir y matar.
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